EL SER
" El alma es el hombre, siendo el cuerpo un mero instrumento del principio espiritual".
PLATON
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ESCOGE LA VIDA
“Reír es arriesgarse a parecer tonto”. Bueno, ¿y que? Los tontos se divierten muchísimo.
“Llorar es arriesgarse a ser tildado de sentimental”. Por supuesto que soy sentimental, y me encanta. Las lágrimas son una gran ayuda.
“Acercarse a otro es arriesgarse al compromiso”. ¿Por qué es un riesgo comprometerse? Yo anhelo comprometerme.
“Exponer los sentimientos es arriesgarse a mostrar la verdadera personalidad”. ¿Qué otra cosa tengo para mostrar?
“Amar es arriesgarse a no ser amado a cambio”. Yo no amo para que me retribuyan con amor.
“Vivir es arriesgarse a morir”. Estoy preparado par eso. Que nadie se atreva a derramar una solo lagrima cuando se entere de que Buscaglia voló por los aires o cayo muerto, porque lo hizo con entusiasmo.
“Confiar es arriesgarse a sufrir desesperanza, e intentar es arriesgarse a fracasar”. Pero hay que correr riesgos, porque el mayor error en la vida es no arriesgar nada. La persona que nada arriesga no hace nada, no tiene nada, no es nada y se convierte en una nada. Podría esquivar el sufrimiento y el dolor, pero simplemente no puede aprender, no puede sentir, cambiar, madurar, amar ni vivir. Encadenado a sus certezas, se transforma en un esclavo. Ha perdido su libertad. Solo el que arriesga es verdaderamente libre.
Del libro “Vivir, Amar y Aprender” de Leo Buscaglia
QUIEN SE ENTREGA A LA DANZA
El hombre que danza o que contempla la danza lo hace sumergido en el estado anímico que se entiende como sensación estética o sensación de belleza. Quien se entrega a este arte lo hace con el propósito de exaltar el trance del espíritu anegado por la emoción religiosa y/o por la exaltación de potencias vitales como el amor, la alegría, el entusiasmo o la tristeza. Se canta y se danza en el jubilo amoroso y en la desolación de la muerte. El estilo cambia las maneras y los modos cambiaran apropiadamente, según sea el caso, pero el principio estético casi siempre es el mismo. Con la danza podemos representar la comedia, tragedia, humor, amor y alegría, por medio de la pantomima. La danza sirve para desarrollar los sentidos, la percepción, la motricidad y la integración de lo físico y síquico de la persona
PARA RECORDAR
TU MAYOR DEBER ES AYUDAR AL PROJIMO Y SI NO LO AYUDAS, POR FAVOR NO LE HAGAS DAÑO...
DESCONOZCO EL AUTOR
INSTANTES--J.L.BORGES
Si pudiera vivir nuevamente mi vida,
en la próxima trataría de cometer más errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.
Sería más tonto de lo que he sido,
de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico.
Correría más riesgos,
haría más viajes,
contemplaría más atardeceres,
subiría más montañas, nadaría más ríos.
Iría a más lugares adonde nunca he ido,
comería más helados y menos habas,
tendría más problemas reales y menos imaginarios.
Yo fui una de esas personas que vivió sensata
y prolíficamente cada minuto de su vida;
claro que tuve momentos de alegría.
Pero si pudiera volver atrás trataría
de tener solamente buenos momentos.
Por si no lo saben, de eso está hecha la vida,
sólo de momentos; no te pierdas el ahora.
Yo era uno de esos que nunca
iban a ninguna parte sin un termómetro,
una bolsa de agua caliente,
un paraguas y un paracaídas;
si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.
Si pudiera volver a vivir
comenzaría a andar descalzo a principios
de la primavera
y seguiría descalzo hasta concluir el otoño.
Daría más vueltas en calesita,
contemplaría más amaneceres,
y jugaría con más niños,
si tuviera otra vez vida por delante.
Pero ya ven, tengo 85 años...
y sé que me estoy muriendo.
ERES UN RAYO DE SOL EN MI VIDA
Eres un rayo de sol en mi vida,
Por eso siempre estaré cerca.
Eres las pupilas de mis ojos,
Siempre estarás en mi corazón.
Sé que esto es sólo el comienzo,
Aunque te amé por un millón de años
Pero si pensara que acaba nuestro amor
Me ahogaría en mis propias lágrimas.
Eres un rayo de sol en mi vida,
Por eso siempre estaré cerca.
Eres las pupilas de mis ojos,
Siempre estarás en mi corazón.
Habrás sabido que me sentía solo
Porque viniste a rescatarme.
Y aunque se que esto es el cielo,
Cómo guardas tanto amor dentro tuyo?
Eres un rayo de sol en mi vida,
Por eso siempre estaré cerca.
Eres las pupilas de mis ojos,
Siempre estarás en mi corazón.
(Porque eres)
Eres un rayo de sol - en mi vida,
(De mi vida, de mi vida)
(Enciende mi fuego nena,
enciende mi fuego ...)
LLEVAME VOLANDO A LA LUNA--SINATRA
| Llévame volando a la Luna Déjame jugar entre las estrellas Déjame ver cómo es la primavera En Júpiter y en Marte... Es otras palabras, toma mi mano En otras palabras, nena, bésame Llena mi corazón de canciones Y déjame cantar siempre más Eres lo único que me importa Todo lo que idolatro y adoro... En otras palabras, sé fiel En otras palabras, te amo [ instrumental ] Llena mi corazón de canciones Y déjame cantar siempre más Eres lo único que me importa Todo lo que idolatro y adoro... En otras palabras, sé fiel En otras palabras En otras palabras Yo te amo... a ti |
DE Friedrich Nietzsche
Al preguntársele cuál era la característica de los seres humanos más común en todas partes, aquel viajero que había visto muchas tierras y pueblos, y visitado muchos continentes, respondió: la inclinación a la pereza. Algunos podrían pensar que hubiera sido más justo y más acertado decir: son temerosos. Se esconden tras costumbres y opiniones. En el fondo, todo hombre sabe con certeza que sólo se halla en el mundo una vez, como un unicum, y que ningún otro azar, por insólito que sea, podrá combinar por segunda vez una multiplicidad tan diversa y obtener con ella la misma unidad que él es; lo sabe, pero lo oculta como si le remordiera la conciencia. ¿Por qué? Por temor al prójimo, que exige la convención y en ella se oculta. Pero, ¿qué obliga al único a temer al vecino, a pensar y actuar como lo hace el rebaño y a no sentirse dichoso consigo mismo? El pudor acaso, en los menos; pero en la mayoría se trata de comodidad, indolencia, en una palabra, de aquella inclinación a la pereza de la que hablaba el viajero. Tiene razón: los hombres son más perezosos que cobardes, y lo que más temen son precisamente las molestias que les impondrían una sinceridad y una desnudez incondicionales. Sólo los artistas odian ese indolente caminar según maneras prestadas y opiniones manidas y revelan el secreto, la mala conciencia de cada uno, la proposición según la cual todo hombre es un milagro irrepetible sólo ellos se atreven a mostrarnos al ser humano tal y como es en cada uno de sus movimientos musculares, único y original; más aún, que en esta rigurosa coherencia de su unidad es bello y digno de consideración, nuevo e increíble como toda obra de la Naturaleza y en modo alguno aburrido. Cuando el gran pensador desprecia a los hombres, desprecia su pereza, porque por ella se asemejan a productos fabricados en serie, indiferentes, indignos de evolución y de enseñanza. El hombre que no quiera pertenecer a la masa únicamente necesita dejar de mostrarse acomodaticio consigo mismo; seguir su propia conciencia que le grita: «¡Sé tú mismo! Tú no eres eso que ahora haces, piensas, deseas».
SOBRE EL ARCO IRIS
Cuando el mundo entero
Es una confusión irreparable
Y las gotas de lluvia
Caen por todas partes
El Cielo abre un sendero mágico ...
Cuando todas las nubes
Oscurecen el firmamento
Aparece el camino del arco iris
Para que lo encuentres
Conduciéndote desde tu ventana
Hacia un lugar detrás del sol
Unos pasos más allá de la lluvia ...
En algún lugar, sobre el arco iris
Muy en lo alto
Existe una tierra que soñé
Una vez en una canción de cuna.
En algún lugar, sobre el arco iris
Los cielos son azules
Y todos los sueños
Que te animas a soñar
Se hacen realidad.
Algún día desearé una estrella
Y despertaré
Donde las nubes están
Detrás mío
Donde las risas caen
Como gotas de limón
Por encima de las chimeneas
Allí es dónde me hallarás ...
En algún lugar, sobre el arco iris
Los cielos son azules
Y todos los sueños
Que te animas a soñar
Se hacen realidad.
Si los pajaritos felices vuelan
Más allá del arco iris
¿Por qué, oh, no puedo hacer lo yo?
SINATRA
OBSTÁCULOS
Voy andando por un sendero.
Dejo que mis pies me lleven.
Mis ojos se posan en los árboles, en los pájaros, en las piedras. En el horizonte se recorte la silueta de una ciudad. Agudizo la mirada para distinguirla bien. Siento que la ciudad me atrae.
Sin saber cómo, me doy cuenta de que en esta ciudad puedo encontrar todo lo que deseo. Todas mis metas, mis objetivos y mis logros. Mis ambiciones y mis sueños están en esta ciudad. Lo que quiero conseguir, lo que necesito, lo que más me gustaría ser, aquello a lo cual aspiro, o que intento, por lo que trabajo, lo que siempre ambicioné, aquello que sería el mayor de mis éxitos.
Me imagino que todo eso está en esa ciudad. Sin dudar, empiezo a caminar hacia ella. A poco de andar, el sendero se hace cuesta arriba. Me canso un poco, pero no me importa.
Sigo. Diviso una sombra negra, más adelante, en el camino. Al acercarme, veo que una enorme zanja me impide mi paso. Temo... dudo.
Me enoja que mi meta no pueda conseguirse fácilmente. De todas maneras decido saltar la zanja. Retrocedo, tomo impulso y salto... Consigo pasarla. Me repongo y sigo caminando.
Unos metros más adelante, aparece otra zanja. Vuelvo a tomar carrera y también la salto. Corro hacia la ciudad: el camino parece despejado. Me sorprende un abismo que detiene mi camino. Me detengo. Imposible saltarlo
Veo que a un costado hay maderas, clavos y herramientas. Me doy cuenta de que está allí para construir un puente. Nunca he sido hábil con mis manos... Pienso en renunciar. Miro la meta que deseo... y resisto.
Empiezo a construir el puente. Pasan horas, o días, o meses. El puente está hecho. Emocionado, lo cruzo. Y al llegar al otro lado... descubro el muro. Un gigantesco muro frío y húmedo rodea la ciudad de mis sueños...
Me siento abatido... Busco la manera de esquivarlo. No hay caso. Debo escalarlo. La ciudad está tan cerca... No dejaré que el muro impida mi paso.
Me propongo trepar. Descanso unos minutos y tomo aire... De pronto veo, a un costado del camino un niño que me mira como si me conociera. Me sonríe con complicidad.
Me recuerda a mí mismo... cuando era niño.
Quizás por eso, me animo a expresar en voz alta mi queja: -¿Por qué tantos obstáculos entre mi objetivo y yo?
El niño se encoge de hombros y me contesta: -¿Por qué me lo preguntas a mí?
Los obstáculos no estaban antes de que tú llegaras... Los obstáculos los trajiste tú.
JORGE BUCAY