GRACIAS DIVINO NIÑO JESUS
Somos lo que pensamos.
Todo cuanto somos proviene de nuestros pensamientos.
Con nuestros pensamientos hacemos el mundo.
Habla y actúa con una mente impura y tendrás problemas,
Como la rueda que va detrás del buey que tira del carro.
Somos lo que pensamos.
Todo cuanto somos proviene de nuestros pensamientos.
Con nuestros pensamientos hacemos el mundo.
Habla y actúa con una mente pura y la felicidad te acompañará
Como tu sombra, constantemente.
Dhammapda
TE AMO
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FRASE DEL DIA
JORGE BUCAY
volar
viernes, 25 de abril de 2008
VIVIR , AMAR , APRENDER
Fragmento
Hoy he venido a hablarles del amor. Suelo denominar estas conferencias “Amor en el aula”. Son ustedes realmente muy audaces al permitirme venir a hablarles del amor en el aula. Por lo general se me pide que lo disimule, o que al menos le agregue algo. Por ejemplo, “El amo, coma, modificador del comportamiento”. Entonces suena muy científico y nadie se asusta. Lo mismo ocurre cuando dicto mi clase de amor en la universidad; todos los profesores se ríen y me preguntan cuando me ven caminando por el campus: “¿Tienes clase práctica el sábado?” Yo les contesto que no.
Deseo relatarles brevemente cómo comencé con esta idea del amor en el aula. Hace unos cinco años me entrevistó el decano de la Facultad de Educación. Se trataba de un hombre muy formal sentado detrás de un enorme escritorio. Yo acababa de dejar el puesto de director de educación especial en un amplio distrito de California luego de decidir que no servía como administrador. Soy maestro y quería volver al aula. Me senté, y él me pregunto: “Buscaglia, ¿qué querría estar haciendo dentro de cinco años?”. En el acto y sin vacilaciones, le respondí: “Me gustaría dictar un curso sobre el amor”. Se produjo una pausa, un silencio como el de ustedes en ese instante.
Luego él aclaró la garganta y agregó: “¿Y qué más?”
Dos años más tarde me encontraba dictando ese curso. Tenía veinte alumnos. Hoy en día tengo doscientos, y una lista de espera de seiscientos. La última vez que inauguramos el curso hubo un lleno completo en los primero veinte minutos del período de inscripción. Eso les demuestra el profundo entusiasmo que despierta un curso sobre el amor.
Nunca deja de sorprenderme el hecho de que cada vez que la Comisión de Política Educativa se reúne para determinar los objetivos de la educación norteamericana, él primero que fijan es siempre al autorrealización o autoactualización. Sin embargo todavía espero encontrar una materia, desde la escuela primaria hasta los cursos de postgrado, que se ocupe de termas como: “¿Quién soy yo?”, “¿Para qué estoy aquí?”, “¿Cuál es mi responsabilidad frente al hombre?” o, si lo prefieren, “El Amor”. Que yo sepa, éste es el único establecimiento educativo del país, y posiblemente del mundo, que ofrezca un curso denominado “El Amor”, y yo soy el único profesor suficientemente loco como para dictarlo.
Yo no enseño en esta clase, sino que aprendo, Nos sentamos sobre una enorme alfombra y conversamos durante dos horas. Generalmente continuamos hasta la noche pero como mínimo permanecemos las dos horas formales, y compartimos nuestros conocimientos partiendo de la premisa de que el amor se aprende. Psicólogos, sociólogos y antropólogos nos han dicho durante años que el amor se aprende. No es algo que suceda espontáneamente. Nosotros creemos que sí lo es, y de ahí surgen tantas diferencias en el terreno de las relaciones humanas. Pero. ¿quién enseña a amar? Un ejemplo sería la sociedad en que vivimos, y eso ciertamente varía. Nuestros padres nos han enseñado a amar. Ellos son nuestros primeros maestros, aunque no siempre los mejores. No podemos exigirles que sean perfectos. Los hijos siempre crecen esperando que sus padres sean perfectos; después se desilusionan y se enojan cuando se dan cuenta de que esos pobres seres humanos no lo son. Tal vez lo más importante de llegar a la adultez sea que cada uno de nosotros pueda ver a esas dos personas, que lo han criado, ese hombre y esa mujer, como seres comunes y corrientes, con sus problemas, sus conceptos erróneos, su ternura, su alegría, su pesar y sus lágrimas, y aceptar que son sólo seres humanos. Y lo notable es que, si hemos aprendido el amor de esas personas y de la soledad, podemos olvidarlo y volver a aprenderlo. Por lo tanto, existen grandes esperanzas para todos nosotros, pero en algún momento de la vida hay que aprender a amar. Creo que muchas de estas cosas están en nuestro interior, y nada de lo que vaya yo a decirles serás sorprendentemente novedoso. Lo que van a encontrar aquí es a alguien que tendrá el coraje de enfrentarlos a todos ustedes y decir, para quizá liberar en el interior de cada uno la siguiente afirmación: “Eso mismo siento yo, y ¿acaso es tan malo sentir así’”
Texto de Leo Buscaglia
ESCOGE LA VIDA
“Reír es arriesgarse a parecer tonto”. Bueno, ¿y que? Los tontos se divierten muchísimo.
“Llorar es arriesgarse a ser tildado de sentimental”. Por supuesto que soy sentimental, y me encanta. Las lágrimas son una gran ayuda.
“Acercarse a otro es arriesgarse al compromiso”. ¿Por qué es un riesgo comprometerse? Yo anhelo comprometerme.
“Exponer los sentimientos es arriesgarse a mostrar la verdadera personalidad”. ¿Qué otra cosa tengo para mostrar?
“Amar es arriesgarse a no ser amado a cambio”. Yo no amo para que me retribuyan con amor.
“Vivir es arriesgarse a morir”. Estoy preparado par eso. Que nadie se atreva a derramar una solo lagrima cuando se entere de que Buscaglia voló por los aires o cayo muerto, porque lo hizo con entusiasmo.
“Confiar es arriesgarse a sufrir desesperanza, e intentar es arriesgarse a fracasar”. Pero hay que correr riesgos, porque el mayor error en la vida es no arriesgar nada. La persona que nada arriesga no hace nada, no tiene nada, no es nada y se convierte en una nada. Podría esquivar el sufrimiento y el dolor, pero simplemente no puede aprender, no puede sentir, cambiar, madurar, amar ni vivir. Encadenado a sus certezas, se transforma en un esclavo. Ha perdido su libertad. Solo el que arriesga es verdaderamente libre.
Del libro “Vivir, Amar y Aprender” de Leo BuscagliaBESITOS A TODOS
QUIEN SE ENTREGA A LA DANZA
PARA RECORDAR
DESCONOZCO EL AUTOR
BELEZA
INSTANTES--J.L.BORGES
en la próxima trataría de cometer más errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.
Sería más tonto de lo que he sido,
de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico.
Correría más riesgos,
haría más viajes,
contemplaría más atardeceres,
subiría más montañas, nadaría más ríos.
Iría a más lugares adonde nunca he ido,
comería más helados y menos habas,
tendría más problemas reales y menos imaginarios.
Yo fui una de esas personas que vivió sensata
y prolíficamente cada minuto de su vida;
claro que tuve momentos de alegría.
Pero si pudiera volver atrás trataría
de tener solamente buenos momentos.
Por si no lo saben, de eso está hecha la vida,
sólo de momentos; no te pierdas el ahora.
Yo era uno de esos que nunca
iban a ninguna parte sin un termómetro,
una bolsa de agua caliente,
un paraguas y un paracaídas;
si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.
Si pudiera volver a vivir
comenzaría a andar descalzo a principios
de la primavera
y seguiría descalzo hasta concluir el otoño.
Daría más vueltas en calesita,
contemplaría más amaneceres,
y jugaría con más niños,
si tuviera otra vez vida por delante.
Pero ya ven, tengo 85 años...
y sé que me estoy muriendo.
DANZA
ERES UN RAYO DE SOL EN MI VIDA
Por eso siempre estaré cerca.
Eres las pupilas de mis ojos,
Siempre estarás en mi corazón.
Sé que esto es sólo el comienzo,
Aunque te amé por un millón de años
Pero si pensara que acaba nuestro amor
Me ahogaría en mis propias lágrimas.
Eres un rayo de sol en mi vida,
Por eso siempre estaré cerca.
Eres las pupilas de mis ojos,
Siempre estarás en mi corazón.
Habrás sabido que me sentía solo
Porque viniste a rescatarme.
Y aunque se que esto es el cielo,
Cómo guardas tanto amor dentro tuyo?
Eres un rayo de sol en mi vida,
Por eso siempre estaré cerca.
Eres las pupilas de mis ojos,
Siempre estarás en mi corazón.
(Porque eres)
Eres un rayo de sol - en mi vida,
(De mi vida, de mi vida)
(Enciende mi fuego nena,
enciende mi fuego ...)
LLEVAME VOLANDO A LA LUNA--SINATRA
Llévame volando a la Luna |
ESPACIO DE CREACIÓN LIBRE
MARTHA
DE Friedrich Nietzsche
SOBRE EL ARCO IRIS
Es una confusión irreparable
Y las gotas de lluvia
Caen por todas partes
El Cielo abre un sendero mágico ...
Cuando todas las nubes
Oscurecen el firmamento
Aparece el camino del arco iris
Para que lo encuentres
Conduciéndote desde tu ventana
Hacia un lugar detrás del sol
Unos pasos más allá de la lluvia ...
En algún lugar, sobre el arco iris
Muy en lo alto
Existe una tierra que soñé
Una vez en una canción de cuna.
En algún lugar, sobre el arco iris
Los cielos son azules
Y todos los sueños
Que te animas a soñar
Se hacen realidad.
Algún día desearé una estrella
Y despertaré
Donde las nubes están
Detrás mío
Donde las risas caen
Como gotas de limón
Por encima de las chimeneas
Allí es dónde me hallarás ...
En algún lugar, sobre el arco iris
Los cielos son azules
Y todos los sueños
Que te animas a soñar
Se hacen realidad.
Si los pajaritos felices vuelan
Más allá del arco iris
¿Por qué, oh, no puedo hacer lo yo?
SINATRA
OBSTÁCULOS
Voy andando por un sendero.
Dejo que mis pies me lleven.
Mis ojos se posan en los árboles, en los pájaros, en las piedras. En el horizonte se recorte la silueta de una ciudad. Agudizo la mirada para distinguirla bien. Siento que la ciudad me atrae.
Sin saber cómo, me doy cuenta de que en esta ciudad puedo encontrar todo lo que deseo. Todas mis metas, mis objetivos y mis logros. Mis ambiciones y mis sueños están en esta ciudad. Lo que quiero conseguir, lo que necesito, lo que más me gustaría ser, aquello a lo cual aspiro, o que intento, por lo que trabajo, lo que siempre ambicioné, aquello que sería el mayor de mis éxitos.
Me imagino que todo eso está en esa ciudad. Sin dudar, empiezo a caminar hacia ella. A poco de andar, el sendero se hace cuesta arriba. Me canso un poco, pero no me importa.
Sigo. Diviso una sombra negra, más adelante, en el camino. Al acercarme, veo que una enorme zanja me impide mi paso. Temo... dudo.
Me enoja que mi meta no pueda conseguirse fácilmente. De todas maneras decido saltar la zanja. Retrocedo, tomo impulso y salto... Consigo pasarla. Me repongo y sigo caminando.
Unos metros más adelante, aparece otra zanja. Vuelvo a tomar carrera y también la salto. Corro hacia la ciudad: el camino parece despejado. Me sorprende un abismo que detiene mi camino. Me detengo. Imposible saltarlo
Veo que a un costado hay maderas, clavos y herramientas. Me doy cuenta de que está allí para construir un puente. Nunca he sido hábil con mis manos... Pienso en renunciar. Miro la meta que deseo... y resisto.
Empiezo a construir el puente. Pasan horas, o días, o meses. El puente está hecho. Emocionado, lo cruzo. Y al llegar al otro lado... descubro el muro. Un gigantesco muro frío y húmedo rodea la ciudad de mis sueños...
Me siento abatido... Busco la manera de esquivarlo. No hay caso. Debo escalarlo. La ciudad está tan cerca... No dejaré que el muro impida mi paso.
Me propongo trepar. Descanso unos minutos y tomo aire... De pronto veo, a un costado del camino un niño que me mira como si me conociera. Me sonríe con complicidad.
Me recuerda a mí mismo... cuando era niño.
Quizás por eso, me animo a expresar en voz alta mi queja: -¿Por qué tantos obstáculos entre mi objetivo y yo?
El niño se encoge de hombros y me contesta: -¿Por qué me lo preguntas a mí?
Los obstáculos no estaban antes de que tú llegaras... Los obstáculos los trajiste tú.
JORGE BUCAY